El poemario forma parte del proyecto conjunto con la pieza teatral La enciclopedia del dolor. Tomo I: Esto que no salga de aquí.

Letraversal presenta La dejadez, el último poemario de Pablo Fidalgo. El escritor, dramaturgo y comisario de artes escénicas retorna a la poesía con una obra en la que deconstruye y revela sus experiencias en la casa familiar y los años escolares, calificada por el autor como “una crónica de todo eso: un colegio violento, un cuerpo que no responde y una casa que se cae”.

La dejadez, que se enmarca en la Colección Letra Bastarda, expone el proceso de desmitificación de la infancia, la familia y la vinculación docente con la jerarquía eclesiástica. La obra conecta con los recuerdos como alumno del colegio los maristas de Vigo. En la actualidad, el centro forma parte del proceso de investigación por presuntos abusos sexuales de menores entre la década de los 50 y los 80. 

En palabras del propio poeta, La dejadez se puede considerar “una continuación” del poemario Mis padres: Romeo y Julieta, publicado en el año 2013. Asimismo, forma parte de un proyecto conjunto con la pieza escénica La enciclopedia del dolor. Tomo I: Esto que no salga de aquí, que se estrenó en el Teatro Abadía de Madrid el pasado 1 de junio y que, posteriormente, se ha representado en Viena. 

Un proyecto que reflexiona sobre el acoso y abusos a menores en un monólogo protagonizado por Gonzalo Cunill y basado en las propias experiencias de Fidalgo. En ella muestra las huellas de la autoridad familiar y escolar y arroja luz “sobre un periodo de la vida en el que uno solo quería borrar las cosas que iba viviendo”. 

Del prólogo de Manuel Mata

Este libro rebosante de preguntas comienza con dos de Georges Bataille: «¿A qué hemos venido? ¿A jugar o a estar serios?». Yo no sé a qué hemos venido. Si tengo que responder en base a la poesía de Pablo, diría que a las dos cosas. Personalmente, me he reído leyendo La dejadez. A lo mejor soy un poco mala persona, pero creo que es un libro para reírse igual que los velatorios son un sitio para reírse. El extraño amor del que Pablo habla, que como un sedimento «se va formando en la puerta de la casa», no es un chiste, ni mucho menos, pero tampoco una tragedia. Si este libro tiene valor es porque regresa una y otra vez para tocarlo con las manos desnudas.