La poeta, autora de Amor y pan, profundiza en el poemario y nos habla de sus referentes actuales.

La ganadora del I Premio Letraversal, cuyo poemario ha alcanzado ya su segunda edición, nos habla de cómo decidió presentarse al galardón, de los orígenes del poemario y de cuáles son sus proyectos futuros.

¿Conocías Letraversal antes de presentarte al premio?

Sí, conocía el trabajo de Letraversal desde hacía algún tiempo. Creo que actualmente es una de las mejores editoriales de poesía en España, tanto por el catálogo y el cuidado en las ediciones como por el trato con sus autoras.

¿Qué opinas de iniciativas o galardones como este que buscan esa retroalimentación entre autores y lectores o entre los propios autores?

Una de las cosas que me resultaron más atractivas cuando vi la convocatoria del premio fue, precisamente, esa idea del amadrinamiento. Como persona que nunca antes se ha enfrentado al proceso editorial, me abrumaba un poco encontrarme a la deriva y no saber cómo afrontar los cambios y las correcciones que mi libro podía requerir. Afortunadamente, todo con Juanpe Sánchez, mi madrina, ha sido sencillo y orgánico: él entendía perfectamente lo que yo quería decir sin necesidad de que añadiera nada más, y ha tenido, además, ideas muy valiosas que han hecho crecer el poemario. Yo ya lo conocía y me gustaba en el terreno de poeta; pero este premio me ha dado, por el contacto que propicia entre las escritoras, la oportunidad de ganar un amigo.

¿Cómo surge y cuál ha sido el proceso de creación de Amor y pan. Notas sobre el hambre?

Amor y pan nació de una entrada que escribí en mi diario un día de enero de 2021. Esta entrada decía: “Tengo hambre. Espero a que mis amigos vengan y tengo hambre; pero ya he comido muchas veces sola. Prefiero el hambre a la soledad”. En ese momento no me di cuenta de que quería escribir acerca de la contraposición hambre/soledad y amor/comida, pero días después era incapaz de pensar en otra cosa: empezaron a surgir poemas aislados, me obsesionaba con la lectura de autoras que pudieran haber plasmado cosas parecidas a las que se me habían ocurrido a mí.

Aunque empecé a acumular poemas por aquel entonces, el proceso de creación del poemario ha sido largo y se ha visto absolutamente atravesado por el amor que sentí hacia una persona. Empecé a escribir este libro con todas las cosas que no era capaz de decirme a mí misma y a él cuando aún lo quería; y lo terminé casi un año después, cuando sentí que ya no tenía nada más que decirle.

Háblanos un poco más sobre el poemario…

Siempre digo que, aunque en un principio pueda parecer un libro de amor, creo que mi poemario es, en realidad, un libro profundamente solitario. Yo intentaba evocar con mi escritura a un tú que estaba ausente, que nunca me daba todo lo que yo necesitaba. He recreado conversaciones, algunas imaginarias y otras reales, y he agotado todos los resquicios de lenguaje con la esperanza de que eso fuera suficiente para hacer que alguien me quisiera. No lo fue. Este poemario no hizo que me quisieran.

Creo que toda esa angustia nutre el poemario desde la dimensión del hambre. Pero también hay otras voces, voces de la familia y las amigas: las voces del pan. Entremezcladas con el yo poético que patalea y no encuentra sentido a comer sola, he convocado también las palabras de mi madre, de mi abuelo, de los amores buenos y los amigos que me han alimentado todas las veces que yo no era capaz de hacerlo.

En este sentido, ¿cuáles son tus referentes y cómo han influido en tu obra?

Durante el proceso de escritura de Amor y pan hablé y conviví mucho tiempo con mi amigo Javier Calderón. Él es, sin duda, el referente más valioso de este libro. Además de Javier, creo que la otra escritora que más ha vertebrado estos poemas es Maria-Mercè Marçal. Fue fundamental para mí leer la antología Diré tu cuerpo de la editorial Ultramarinos. Mi escritura encontró un lugar en el que explotar cómodamente gracias a ella. En este libro están también Alba Flores Robla, T.S. Eliot, Berta García Faet, Taylor Swift y César Vallejo, entre otros muchos.

¿Próximos proyectos?

Ahora mismo quiero descansar un poco de la escritura, al menos en cuanto a estructurar un libro se refiere. Me interesa en estos momentos especialmente el lenguaje místico. Los poemas que aspiro a escribir son tranquilos, atravesados por una nueva noción del amor que no tenga nada que ver con el hambre.