La autora mallorquina presenta su primer poemario dentro de Letraversal.
Carla Nyman regresa a la poesía para presentar su nueva obra Líquida tuya y vertebrada, dentro de la Colección Letra Bastarda de Letraversal. El poemario, ya disponible en plataformas y librerías, conecta con el trabajo escénico que también desarrolla Nyman, definiéndolo como un derrame en el que el cuerpo celebra su propia biología. Su proceso creativo nace de la exploración sonora y escatológica y, de algún modo, se vincula estrechamente con otras de sus obras poéticas como Movernos en la sed.
La también escritora Begoña Méndez afirma en el prólogo: «hay en el poemario una noción del amor radicalmente cierta y escandalosa: el amor es una trama de procesos fisiológicos».
¿Cómo definirías el poemario?
Líquida tuya y vertebrada es una radiografía de tus órganos y líquidos por dentro. De modo que es mi intromisión en tu organismo, un poco a la manera de Érase una vez el cuerpo humano. Yo quería abrir y mirar, tener un flechazo con tu vesícula, quitarte el lenguaje, conocer tu cuerpo anterior al habla, sin gramática, solo el sonido glorioso de tus funciones primarias, ¡de tu bilis! Ser un derrame hacia fuera de mí, hacia tu interior, una carne con agujero, hasta el riesgo incluso de hacerme desaparecer a mí o a ti, o a ambos, absorbidos hacia dentro, tragándolo todo, ¡ufffglup!
¿Conecta con tu trabajo anterior? ¿en qué sentido?
Me encuentro muy a gusto hablando de carne y secreciones. Tal vez en Movernos en la sed el cuerpo era algo más recatado, limpio, aunque tampoco tenía demasiada gramática, pero sí el deseo de ser bello y frío, contenido en su neurosis. En Líquida tuya y vertebrada, así como en mis trabajos escénicos, hay un derrame, el cuerpo celebra su biología y se asombra e incluso se enamora de los fluidos propios y ajenos. Es una carne sucia y maravillada, que corre en todas direcciones, saltando por los aires, en su deseo de incorporarse a otras carnes.
¿Cómo ha sido el proceso de creación de Líquida tuya y vertebrada?
Líquida tuya y vertebrada vino desde la exploración sonora y escatológica. Grababa estómagos de amigas y ex parejas, pedí sus líquidos en botes medicinales, fotografías de sus secreciones, quise hacer un catálogo de cuerpos abiertos y agujereados para conocerlos obscenamente, extremadamente hasta el fondo.
¿Autor@s que te inspiran?
Monique Witting, por supuesto, François Rabelais, Charlotte Roche, el De humani corporis fabrica de Andrés Vesalio, John Cage, Laura Rodríguez Díaz, Dios tiene tripas: meditaciones sobre nuestros desechos de Laura Sofía Rivero, Ariana Harwicz, Érase una vez el cuerpo humano, Gottfried Benn, Historia cultural de la mierda de Florian Werner, etc.
¿Y ahora qué?
Una novela sobre los celos y la playa de Garrucha, una pieza escénica sobre la histeria, más bilis y humores.